¿Que cómo vivo la presencia de las familias en el aula? ¿Que si me molestan? ¿Para qué van a entrar si yo estoy educando de maravilla a sus hijos e hijas? ¿Cuestionarán mi labor y luego vendrán las dudas, rumores, comentarios? ¿Mejor hablarlo antes con mis compañeras? ¿Pero si aún no he dejado que ningún padre o madre entre en el aula? ¿Y para qué quieren entrar si ya les cuento lo que hago en los informes? ¿Acaso no es mejor que pidan una tutoría? ¿No será más conveniente que sus hijos o hijas no les vean para que luego no se queden llorando y tengan sentimiento de culp…
Contenido solo disponible para suscriptores
Accede a este artículo individual por solo
0€ IVA incluido
Descubre todo nuestro contenido sin límites
¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión