En el frontispicio, donde se registrasen las finalidades generales de la enseñanza, habría que reescribir cada comienzo de curso una de las más asentidas por los docentes de todos los niveles educativos: la necesidad de que los alumnos y alumnas escriban mejor. Si analizamos las programaciones de los departamentos y -lo que es más revelador- la actuación cotidiana de los profesores de lengua en las aulas, podemos concluir con otra afirmación no menos general: no es habitual, todavía, la enseñanza específica de la escritura, ni mucho menos se entiende y programa ésta como destreza …