La mayoría de las posibilidades didácticas de las técnicas de expresión plástica no están en la novedad de las técnicas, sino en la capacidad de experimentación que el educador consigue generar en los niños y niñas siguiendo rutinas diarias y utilizando materiales a su alcance. Para lograrlo, cabe tener en cuenta los siguientes aspectos:
Sustituir, para los más pequeños, las pinturas por productos alimenticios: sopas de verduras, zumos (de naranja, tomate, remolacha, zanahoria), leche, chocolate, etc.
Toda pintura o líquido puede espesarse con arena, harina, detergente, escay…