La rivalidad entre hermanos es una constante en todas las familias, consecuencia natural de la aspiración humana al amor exclusivo e incondicional de los padres. Los celos que provocan la rivalidad pueden exteriorizarse desde el nacimiento del bebé o tardar años en manifestarse abiertamente. Los padres asumen a menudo la hercúlea e imposible tarea de evitar dicha rivalidad. Es más juicioso analizar el porqué del comportamiento conflictivo entre nuestros hijos y aprender a canalizarlo positivamente. Nuestro amor por ellos nos alimentará en este recorrido, pero ¿qué hacemos cuando se…