EDUCAR DESDE LA TRANSVERSALIDAD

El espacio educativo para el desarrollo de la sexualidad ha de estar presente en el marco escolar por dos motivos fundamentales: 1. La sexualidad es un aspecto que posibilita el desarrollo integral de los niños y niñas, y por tanto, ha de tenerse en cuenta igual que se hace con los demás aspectos: cognitivo, psicomotor, social... 2. Es una faceta que, por no estar plenamente reconocida y aceptada socialmente en estas edades, la familia y la escuela la ignoran o incluso la reprimen, dificultando, más que posibilitando, su desarrollo equilibrado.

Los ejes transversales son, en principio, contenidos de enseñanza y aprendizaje que no están incluidos directamente en ninguna área del currículum. Tampoco hacen referencia a etapas educativas específicas ni a ninguna edad en concreto. Se extienden, por lo tanto, a lo largo de todos los cursos (Educación infantil, Primaria y Secundaria) y son de carácter transversal. Ciertamente, es un avance considerar, más allá de los contenidos propiamente académicos y disciplinares, una educación integral como la propuesta a través de los ejes transversales. Sin embargo, a la hora de poner en práctica estos postulados, nos encontramos con muchas dificultades referidas al cómo y cuándo se llevarán a cabo y por quién. De los ejes transversales que la Reforma del sistema educativo propone, queremos destacar los de ""Educación para el Desarrollo"", de ""Educación para la Paz"" y de ""Derechos Humanos"", por ser los que más directamente se relacionan con la educación de los valores morales.

El término ""escuela mixta se refiere al hecho de escolarizar conjuntamente niños y niñas, mientras que una ""escuela coeducativa"" implica no sólo la supresión de todo tipo de diferencias o de trato en función del sexo, sino también la adopción de un modelo cultural de lo femenino y lo masculino con una tendencia a la integración de ambas partes. ""La Coeducación propicia una comunicación entre los sexos basada en el respeto mutuo, en el conocimiento acertado, en la aceptación convivencial y en el diálogo creativo"" (La Coeducación, un compromiso social; Pág. 39). La sociedad necesita a la escuela como transmisora de conocimientos, destrezas y valores, considerados positivos. No obstante, también nuestras escuelas pueden operar a favor de la transmisión del sexismo, dificultando una educación integral y el desarrollo de la autonomía en la toma de decisiones en el ámbito privado y en el público. La educación debe potenciar el respeto a los Derechos Humanos y el reconocimiento a la igualdad de todas las personas, eliminando las diferencias sociales que puede generar el sexo, y haciendo partícipe a toda la comunidad educativa del tema de la coeducación, colaborando todas las personas que intervienen en el proceso educativo, sin olvidar a los padres y madres.

En este artículo vamos a contemplar el centro como un lugar de vida en el que interactúan un gran número de agentes educativos, y donde es necesario estructurar un sistema que posibilite las relaciones entre las personas que constituyen esa comunidad educativa, poniendo a su servicio todos los recursos existentes. Los colegios son un elemento del entramado social que se encarga de transmitir los saberes culturales y los valores sociales: es como una microsociedad, dentro del sistema social. Y es en la escuela donde tiene lugar una parte importante del proceso de socialización de los individuos.

La enseñanza en la escuela infantil no es una tarea de planificación y desarrollo que sea necesario conectar con los intereses de los alumnos (éste no es un debate posible en Educación Infantil), sino que la enseñanza surge de la actividad cotidiana, de la satisfacción de las necesidades básicas, de los propios niños. Esto es, no se trata de interesar al alumno por un marco de conocimiento construido previamente por el profesor en torno a una materia, sino de ayudar al alumno a elaborar su personal marco de comprensión de la experiencia que desarrolla.

Este artículo intenta plasmar algunas de las ideas y prácticas cotidianas surgidas de la reflexión continuada en el tiempo sobre qué, cómo y para qué enseñamos, que se han ido fraguando en el C.P. Miguel Hernández de Granada desde hace más de una década, en un proceso de investigación-acción colaborativa con un compromiso pedagógico y social por la mejora de la escuela. Las conclusiones aquí presentadas son fruto del esfuerzo desinteresado de muchos compañeros que han pasado y/o están actualmente en él, al tener que dar una respuesta globalizada a la imperiosa necesidad de ofrecer alternativas educativas motivantes y válidas para un CAEP (Centro de Educación Compensatoria) necesitado especialmente de atender las demandas sociales en estos temas.

El lector estará de acuerdo en que desarrollar un apartado de bibliografía comentada sobre cualquier tema es algo sumamente comprometido ya que, por una parte, revela implícita o explícitamente los criterios de selección bibliográfica seguida por el redactor, que pueden no ser compartidos, al menos por una parte de sus destinatarios, y por otra, y más grave aún, porque, impretendidamente, se puede cometer la torpeza de omitir alguna contribución que puede tener la misma o mayor relevancia que las señaladas aquí. Pero, afortunadamente, éste no es el problema de la temática que centra este monográfico de Aula: ""Los temas transversales"". Una temática que, como puede comprobar el lector interesado, es relativamente nueva en el mundo educativo.

Investigaciones científicas recientes destacan la importancia de la alimentación en el desarrollo físico y psíquico del ser humano, poniendo especial énfasis en la denominada dieta saludable, término que comprende el concepto de dieta equilibrada' basada en la diversidad de productos. El niño de 0 a 12 años está en plena evolución física y mental. El medio que utiliza el organismo para evolucionar a partir de su componente genético es la alimentación. Desde que nace, el bebé tiene reflejos para alimentarse por succión; posteriormente, su desarrollo físico precisa de la ingesta de alimentos sólidos y variados, para la cual no tiene ninguna información a nivel biológico. A partir de este momento se hace necesaria la formación sobre el tema alimentario. Actualmente, tanto las familias como los centros educativos sitúan entre sus objetivos prioritarios la alimentación correcta de los niños y niñas. Este objetivo requiere para su consecución la implantación de buenos hábitos alimentarios.

El papel educativo del comedor debe contemplarse ya en el proyecto educativo de centro, y las actividades correspondientes han de estar relacionadas en lo posible con el proyecto curricular. Por otro lado, es imprescindible la coordinación de todos los sectores de la comunidad educativa. En el caso presente, los agentes de salud implicados directamente son: el alumnado, el profesorado, los monitores o educadores de media pensión y el personal de cocina y comedor. Indirectamente, también los padres juegan un importante papel.

La salud de la población va cada vez más unida a los hábitos alimentarios y al estilo de vida de la comunidad, aspectos sometidos a una evolución constante, en función de las características e intereses de la sociedad. La alimentación, tanto desde la perspectiva de promoción de la salud como de la educación alimentaria, es uno de los pilares de la salud individual y colectiva. Alimentarse es, además de una de las necesidades básicas del individuo, el primer paso en el proceso de la nutrición. En este sentido, la OMS ha adoptado entre diversas estrategias de salud para el año 2000 el favorecer una conducta saludable en relación a la alimentación, que se concreta en el incremento del consumo de hidratos de carbono y de fibra, en la disminución de las grasas saturadas de origen animal y en el aumento en la ingesta de proteínas de origen vegetal.

Hasta la llegada de los ordenadores a las aulas, los profesores hemos ido buscando nuevos recursos para acercar la lengua a los alumnos. Hemos planificado actividades de todo tipo para entusiasmarlos con el instrumento básico de comunicación. Sin embargo, la irrupción de la informática en la enseñanza creó amplias expectativas, aunque no ha hecho cambiar nuestra labor tanto como, en un principio, se podía pensar. A pesar de ello, seguimos rastreando posibilidades que toman, con los nuevos medios, formas diversificadas. Tanto es así que, tras ensayar qué incidencia tenían los procesadores sobre la expresión escrita, hallamos el hipertexto. Esta nueva herramienta nos sugirió una interacción, a nuestro modo de ver, interesante: elaborar textos que sobrepasen los límites del intercambio profesor-alumno y cuyo objetivo es el desarrollo de un proceso de producción/uso. Los alumnos participan en un proyecto cuyo resultado es leído o consultado por el resto de sus compañeros. La secuencia de actividades en grupo conllevará el espíritu de cooperación, la responsabilidad individual y, cómo no, la competencia sobre texto escrito. En muchos momentos de la vida profesional hemos ensayado, sin saberlo, proyectos hipertextuales diversos, desde la construcción de narraciones activas hasta la creación de fuentes de información. La novedad, en la experiencia que se describe, reside, a nuestro entender, en los instrumentos con que se trabaja.

El curso pasado 1992-93 supuso para mi Centro, el IB Poeta Viana de Santa Cruz de Tenerife, un nuevo reto dentro de todo el proceso de reforma educativa que se ha venido desarrollando en nuestro país en los últimos años. Se trataba de sustituir los tres primeros cursos de Bachillerato General (BG) que teníamos por igual número de grupos de tercero de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), es decir, de anticipar la LOGSE en una parte del alumnado del Centro. De la labor realizada por el profesorado con tal motivo, me quiero referir a continuación a un Proyecto Interdisciplinar que involucró a todos los alumnos de la ESO y a todas las áreas presentes en el nivel de 3.º. Se tituló ""Conoce un lugar de tu ciudad y surgió por un doble motivo: por un lado, el de que sirviese para poner las bases de actuación y coordinación necesarias entre nosotros para abordar más proyectos de este tipo en próximos cursos; por otro, el de que el alumnado pudiera experimentar todas las ventajas y dificultades del trabajo en equipo. Por dicha razón los alumnos y las alumnas se distribuyeron en grupos de 5 o 6 procurando que todos ellos se involucrasen plenamente en el trabajo.

Nuestra intención al preparar este artículo ha sido la de acercarnos reflexivamente a una tarea docente (la programación didáctica) repensándola en el nuevo marco curricular, con objeto de clarificar su sentido y discutir los problemas que plantea. ""¿Por qué y para qué dicha tarea en el proceso de concreción del currículum en un centro? ¿En qué medida contribuye a precisar y desarrollar nuestras intenciones educativas? ¿Cuál es el espacio de la programación y qué problema aborda?""

El objetivo de este artículo es presentar una propuesta de elaboración del Proyecto Educativo de Centro (PEC) a través del proceso de análisis de valores basado en el modelo de Hall y Tonna. La teoría y metodología de Hall y Tonna tiene los valores como núcleo, entendidos como elementos clave en el desarrollo humano individual y colectivo. Expresados mediante palabras, los valores subyacen en nuestras decisiones y acciones. Por otro lado, se pueden considerar como prioridades de comportamiento en las cuales los individuos, los grupos y las instituciones basan sus actuaciones. Es decir, todo individuo, grupo o institución posee unos valores que, sean elegidos intencionadamente o no, subyacen en su visión y en las estrategias que pone en práctica para conseguir sus metas u objetivos.