Mueve la lengua, que el cerebro te seguirá

En este capítulo, se explora cómo el lenguaje no solo es una herramienta para comunicarse con otros, sino también una forma de interactuar con el mundo. Este describe la relación entre el pensamiento y el lenguaje, y cómo esta relación se refleja en los patrones discursivos utilizados en el ámbito científico. El capítulo recorre oportunidades lingüísticas de procesos clave de la creación del conocimiento científico: formular preguntas, describir, narrar y formular explicaciones o justificaciones. Presenta enfoques metodológicos y sus implicaciones lingüísticas para la enseñanza de las ciencias. Este capítulo viene acompañado de cuadros y figuras que ayudan y complementan el contenido desarrollado.

La ciencia tiene propósitos específicos y una forma característica de plantear preguntas. Estas preguntas a menudo surgen de conflictos entre lo que ya sabemos y lo que observamos, y esto influye en las estrategias científicas para su formulación. En este capítulo, se analiza el papel de las preguntas, la observación y el conflicto en la creación de conocimiento científico; los iniciadores de frases como estrategia para formular preguntas; la importancia de establecer diálogos con textos y con lo que sabemos y no sabemos de un sistema mediante preguntas; las secuencias de preguntas para activar habilidades de razonamiento científico; y, finalmente, las orientaciones para el trabajo en el aula con preguntas. El hilo conductor del capítulo es una situación de aula y se propone al lector «mirar» esta situación desde la simetría entre ciencia y lenguaje. Manteniendo esta doble mirada mientras se ofrecen actividades de trabajo integrado de lengua y ciencia, aplicados en varios cursos de secundaria.

La observación y la documentación son elementos fundamentales en la construcción del conocimiento científico, y revelan una particularidad: en ciencias, narramos y describimos sin interpretar, para permitir que otros puedan interpretar de manera diferente a nosotros. En este capítulo se expone el papel de la narración y la descripción en la creación del conocimiento científico; la importancia de describir y narrar lo que todavía no sabemos y posponer el juicio inicial, el usar destrezas de pensamiento para ver lo que no habríamos visto, el hacer narraciones y descripciones que sirvan con pertinencia, exhaustividad y precisión; el léxico, metáforas y dibujo científico para distinguir lo esencial y lo accesorio; y, finalmente, las orientaciones para describir y narrar científicamente en el aula. El hilo conductor del capítulo es una situación de aula y se propone al lector «mirar» esta situación desde la simetría entre ciencia y lenguaje. Manteniendo esta doble mirada mientras se ofrecen actividades de trabajo integrado de lengua y ciencia, aplicados en varios cursos de secundaria.

El objetivo de la ciencia es alcanzar consensos sobre las respuestas a preguntas acerca del cómo y el porqué del funcionamiento del mundo. En este capítulo se aborda el papel de explicar y justificar en la creación de conocimiento científico; la importancia de proponer modelos que formulen explicaciones (hipótesis) y el contrastar las predicciones con las observaciones; la formulación de explicaciones como proceso progresivo: la lectura como indagación; los modelos construidos utilizados para justificar fenómenos; los modelos que permiten establecer cadenas de causas; la formulación de explicaciones como proceso creativo y comunitario; y, finalmente, las orientaciones para explicar y justificar científicamente en el aula. El hilo conductor del capítulo es una situación de aula y se propone al lector «mirar» esta situación desde la simetría entre ciencia y lenguaje. Manteniendo esta doble mirada mientras se ofrecen actividades de trabajo integrado de lengua y ciencia, aplicados en varios cursos de secundaria.

El pensamiento científico no solo implica la parte «exploratoria» y «creativa» de imaginar e idear hipótesis, sino también una parte «crítica» y «evaluativa» que busca determinar cuán razonables son esas hipótesis, si están respaldadas por datos y si permiten hacer predicciones. En este capítulo se expone el papel de la argumentación en la creación del conocimiento científico; el proceso de evaluación de pruebas, la especificidad, suficiencia y fiabilidad; la argumentación como estructura lingüística y la conexión con modelos; las conclusiones, con distintos grados de incertidumbre, que propone la argumentación; argumentar para decidir y para resolver problemas, ampliando la mirada con la contraargumentación; y, finalmente, las orientaciones para argumentar en el aula de ciencias. El hilo conductor del capítulo es una situación de aula y se propone al lector «mirar» esta situación desde la simetría entre ciencia y lenguaje. Manteniendo esta doble mirada mientras se ofrecen actividades de trabajo integrado de lengua y ciencia, aplicados en varios cursos de secundaria.

Ser críticos con nuestro entorno, la información y la tecnología no es cuestión solo de actitud, sino que requiere el dominio de estrategias de análisis y conexión con el conocimiento científico sobre el funcionamiento de los fenómenos. Este capítulo aborda el papel de la ciencia en el espíritu crítico; la lectura crítica de los textos para la lectura crítica del mundo; el análisis y la selección de las fuentes: la competencia informacional; la importancia de integrar y ponderar la información: de las fake news a la complejidad; la cognición epistémica, sesgos y lectores críticos; y, finalmente, se proporcionan conclusiones para el trabajo de la lectura crítica en el aula. El hilo conductor del capítulo es una situación de aula y se propone al lector «mirar» esta situación desde la simetría entre ciencia y lenguaje. Manteniendo esta doble mirada mientras se ofrecen actividades de trabajo integrado de lengua y ciencia, aplicados en varios cursos de secundaria.

La ciencia no se limita a ser solo un conjunto de conocimientos, sino que también es una práctica y una cultura que se puede aprender. En este capítulo se abordan los géneros discursivos y la creación del conocimiento científico; los géneros textuales y la estructura de los textos; el texto y el propósito, la coherencia, cohesión y adecuación; los géneros discursivos y las tipologías textuales; la comunicación más allá del texto: liturgias, comunidad y valores; y, finalmente las orientaciones para trabajar con géneros discursivos. El hilo conductor del capítulo es una situación de aula y se propone al lector «mirar» esta situación desde la simetría entre ciencia y lenguaje. Manteniendo esta doble mirada mientras se ofrecen actividades de trabajo integrado de lengua y ciencia, aplicados en varios cursos de secundaria.

El lenguaje desempeña un papel crucial en todas las actividades relacionadas con el conocimiento, y al programar y diseñar actividades es necesario hacer explícito ese papel. En este capítulo se plantea la necesidad de programar con rigor, de hacer emerger los objetivos y las herramientas lingüísticas; el lenguaje científico, académico y coloquial; la secuenciación: demanda cognitiva y demanda lingüística; el diseño de actividades: elegir y adaptar textos para aprender ciencias; el saber proporcionar apoyos y ajustar la demanda; la evaluación: saber si sabemos; objetivos de aprendizaje, criterios e indicadores; y, finalmente las orientaciones para diseñar unidades didácticas de trabajo integrado de lengua y ciencias. El hilo conductor del capítulo es una situación de aula y se propone al lector «mirar» esta situación desde la simetría entre ciencia y lenguaje. Manteniendo esta doble mirada mientras se ofrecen actividades de trabajo integrado de lengua y ciencia, aplicados en varios cursos de secundaria.

La colaboración lingüística en el centro educativo implica identificar conexiones significativas en el currículo desde las distintas áreas y desarrollar sinergias y estrategias desde la propia práctica docente. Este capítulo plantea la necesidad de establecer una colaboración real y efectiva entre todas las materias que se imparten en un centro; el profesionalizar la práctica y conectar la iniciativa individual y la colectiva en departamentos; la colaboración entre departamentos hacia un currículo integrado; el diseño y evaluación de planes de innovación y mejora; los objetivos, actuaciones, recursos, responsables, instrumentos e indicadores para llevar a cabo los planes de innovación y mejora; y, finalmente las orientaciones para la transferencia y la innovación TILC en el centro educativo. Este capítulo viene acompañado de cuadros y figuras que ayudan y complementan el contenido desarrollado.

Apartado que incluye una selección de cuarenta y un recursos, esquemas, plantillas y rúbricas útiles para enseñar a pensar ciencias en el aula, junto con indicadores sobre cómo llevarlos a los centros educativos.